Papas aliñás o Patatas aliñadas al estilo de Cádiz

Las “Papas aliñás” o Patatas aliñadas es un plato tradicional de la Cocina Andaluza, sobre todo de la zona de Cádiz, aunque por extensión se elabora en muchos otros sitios. Se suelen tomar como tapa en muchos bares acompañadas de una cerveza o un vino bien frío “quitan el sentío” de ricas que están.

Se trata de un plato muy fácil de hacer aunque tienen su truquillo, a continuación os explico la receta de papas aliñás o patatas aliñadas explicada con fotografías paso a paso para que os queden de lujo, espero que os gusten y que os animéis a hacerlas en casa.

Además os voy a dar dos versiones, la clásica o tradicional y otra que hacemos en casa a la que le añadimos aceitunas y atún, vosotros os quedáis con la que más os guste.

Cómo hacer Papas aliñás o Patatas aliñadas

Ingredientes

• Patatas, 5 patatas
• Huevos, 2
• Cebolleta, 1
• Perejil
• Aceite de oliva virgen extra
• Sal
• Vinagre

Opcional:

• Aceitunas
• Atún, bonito, caballa….

Elaboración

Ponemos los huevos y las patatas a cocer, hasta que estén tiernas, dependerá del tiempo y el tamaño. Estas en 20 minutos estaban.

Cuando ya no nos quememos, pero que sigan calientes las pelamos y cortamos en trozos pequeños.

Incorporamos la cebolleta picada.

Y el perejil, también picado.

Vinagre, sal y aceite de oliva virgen extra. Es importante aliñar las patatas cuando aún están calientes para que cojan todo el sabor y queden bien.

He utilizado aceite de oliva virgen extra de la variedad picual, este de la Sierra de Segura.

Mezclamos.

Servimos con el huevo cocido y un poco de aceite de oliva virgen extra por encima, para darle brillo.

Como os decía al principio, en casa a veces le añadimos caballa, atún o como en este caso, unos lomos de bonito y unas aceitunas.

Vosotros elegís cuál os gusta más, Patatas aliñadas con atún y aceitunas. 

O la versión clásica de Patatas aliñadas o “Papas aliñás”. Para acompañar con una cerveza bien fría, una manzanilla en rama o un vino blanco bien frío, este es de Jaén, de Alcalá la Real, de las Bodegas de mi amigo Marcelino Serrano.

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