Hoy quiero que me acompañéis hasta el Restaurante Casa Piolas en Algarinejo, en el Poniente granadino. Se trata de un referente en la Gastronomía de Granada, es mucho más que un restaurante es un lugar para disfrutar de una experiencia gastronómica inolvidable. Su ambiente acogedor, su servicio atento y su cocina exquisita lo convierten en el lugar perfecto para celebrar y disfrutar la vida, un destino para los amantes de la buena comida y el buen vino.
A continuación, comparto con vosotros nuestra visita y lo que comimos, espero que os guste y que os anime a visitarlo porque os aseguro que el viaje merece la pena, además podéis aprovechar para hacer una visita a la Almazara de Orodeal, dónde se elabora uno de los mejores aceites de oliva vírgenes extra de Granada o descubrir su yacimiento arqueológico, el Museo de la Cueva y mucho más que ofrece Algarinejo.
Restaurante Casa Piolas de Algarinejo en Granada
Joséillo y Tere, la tercera generación de Casa Piolas
El Restaurante Casa Piolas fue fundado en el año 1936 por Aurora Montes quien abrió sus puertas con el objetivo de ofrecer una cocina tradicional y casera, conocida en toda la comarca por sus comidas y buen trato a los visitantes era una experta en preparar el chivo, de ahí que la apodasen “Aurora el Chivero”.
Tras ella, continuaron con el negocio familiar José Piolas y María, que no dudaron en seguir con la cultura que Aurora les había inculcado en la cocina. A base de buenos fogones la tradición continuaba y se iba mejorando con nuevas recetas.
En el año 1989 es cuando José Caracuel Gámez y su mujer Teresa Caliz Salas toman “el mando como tercera generación del restaurante, aglutinando las recetas únicas de las anteriores generaciones y perfeccionado nuestra cocina para conseguir la mayor creatividad, con unos platos exclusivos, que reflejan los genes que forman parte de nuestro ADN gastronómico”.
“Orgullosos de nuestra profesión, de nuestro pueblo y como no, de todos nuestros vecinos, os esperamos con los brazos abiertos y la mesa siempre puesta, para deleitaros con la gastronomía que solamente Restaurante Casa Piolas puede ofreceros.”
La cocina de Casa Piolas se caracteriza por su creatividad y su respeto por los productos de temporada. El chef, José Caracuel, al que todos conocemos como “Joseíllo” elabora platos llenos de sabor y aroma, utilizando ingredientes locales y de máxima calidad. Su carta ofrece una amplia variedad de opciones, desde menús degustación hasta platos a la carta, todos ellos con un denominador común: la excelencia.
Una excelencia que le ha diferentes menciones y premios, así Premio de Turismo de Granada en el año 2019.
Menú degustación en Casa Piolas
Si visitáis el Restaurante Casa Piolas os aconsejo que ya que estáis allí os dejéis llevar y optéis por un menú degustación, tiene varias opciones.
Toda una experiencia gastronómica en la que están representados los platos más creativos y personales, en los que no faltan los productos locales, verduras, embutidos, carnes, pescados, caviar (están muy cerca de Riofrío) y por supuesto la aceituna y el aceite de oliva virgen extra, como ellos mismos dicen sus menús “están diseñados para comer de una manera diferente y divertida, haciendo disfrutar al paladar, a la vista y al olfato.”
Lo que nosotros pudimos disfrutar:
No se puede empezar mejor que con un buen pan y aceite de oliva virgen extra, éste además estaba recién molturado.
Y también una buena mantequilla, esta en forma de aceituna
La aceituna en todos los formatos
Y comienzan los aperitivos con La rama de olivo con mis aceitunas
Un aperitivo muy divertido en el que destacan dos cosas importantes, la sostenibilidad ya que el plato está hecho de la rama de un olivo y que las aceitunas estén en su zona de confort, no van a extrañar el sitio. Un paseo por el olivar en siete bocados:
Comenzamos con unas patatas fritas, inspirado en las “papas aliñás” de Cádiz, aunque su versión aliñada ají amarillo, lima y chile que le va a dar un toque fresco y picante y una cebollita arriba que es su seña de identidad.
Seguimos con el vermut que no puede faltar en un aperitivo, esta vez dentro de la aceituna, vermú Garaje, con una peineta de pulpa de naranja deshidratada.
Ciruela de contraste que juega con los cuatro sabores reconocidos: dulce, salado, ácido y amargo, pero que al comerlo consigues el quinto sabor, el umami.
Una aceituna que es un guiño al lomo en orza que preparaba su madre, acompañado de una pipirrana para refrescar.
Oreo, una galleta con aceitunas negras y rellena de aceitunas de Kalamata.
Seguimos con una Gilda servida en el chupón de un olivo, curvas, cuerpo insinuante con un toque salado, picante, sabrosa y un poquito verde, y para conseguir disfrutar de este bocado Joseillo nos aconseja comerla de un solo bocado.
Para terminar un sorbete de aceituna, para refrescarnos y prepararnos para lo que viene después.
Cúpula de mejillón escabechado y aceituna manzanilla, un panipuri relleno
Teja de aceituna negra, una elaboración en la que deshidrata la aceituna y el arroz para luego freírlo como una corteza y servirla con esturión ahumado y caviar de Riofrío.
Olivo centenario de foie, chocolate y naranja amarga, con una tierra de maíz y frutos secos. Contraste de dulce y salado, y también picante porque los valientes le añadimos unas almendras maceradas en “carolina reaper”, el chile más picante del mundo. Todo regado por un aceite de oliva virgen extra en polvo.
Seguimos con un plato en el que Joseíllo juega con los productos de temporada, dos verduras, dos texturas y dos temperaturas. Una espuma fría de habicholillas, con mojama y polvo de tomate y dentro la berenjena caliente.
Crema de apionabo y trufa con anguila ahumada y almendra, bien caliente para entrar en calor y que nos sentó de maravilla porque el día estaba desapacible.
Huevo, patatas y Caviar de Riofrío. Qué deciros de la mezcla de yema de huevo y caviar ecológico fresco de los esturiones que viven muy cerca, en Riofrío y que por cierto os animo a que vayáis a visitar Caviar de Riofrío, para conocer a los esturiones, las diferentes fases de crianza y luego hacer una cata.
Salmón, hummus y velo de papada ibérica
Un plato que nos preparó junto a la mesa, puso en las brasas con sarmiento de la viña de la vida, el trozo de lomo de salmón que había sido curado en café, se termina de hacer en la parrilla y encima puso una fina lámina, un velo, de papada ibérica que cortó en ese momento y que gracias al calor se fundió sobre el pescado, acompañado por puré de garbanzos, pepinillo y unos brotes de guisantes
Carrillera de ibérico a baja temperatura y boletus.
Último plato salado, una carrillera de cerdo ibérico cocinado a baja temperatura
Y para terminar, una Tarta de queso y trufa blanca.
Gracias Tere, Joseíllo y a todo el equipo por hacernos disfrutar de una experiencia gastronómica que no olvidaré, ha merecido la pena ir a veros, y espero que la próxima no tarde tanto.
Más Información
Restaurante Casa Piolas
C/. Ramón y Cajal número 1
C.P. 18280, Algarinejo. Granada
Telf: 958 31 22 51