Cómo hacer Roscos fritos de Semana Santa, muy tiernos y esponjosos. ¡Riquísimos!
Hoy os enseño cómo hacer Roscos fritos, un dulce que apetece en cualquier momento del año pero que en Semana Santa no pueden faltar al igual que las torrijas y los pestiños, al menos en mi casa.
Estos roscos llevan leche, pero podéis sustituirla por zumo de naranja como estos Rosquillos de naranja. Una vez fritos, podéis rebozarlos en caliente en una mezcla de azúcar y canela molida o sólo por azúcar, pero si queréis que se queden aún más tiernos y esponjosos y que además aguanten durante varios días, una vez fritos todos les daremos un baño rápido y luego los rebozaremos en azúcar y canela.
A continuación os explico cómo hacer roscos fritos de Semana Santa con fotografías paso a paso para que no tengáis ninguna duda, espero que os gusten y que os animéis a hacerlos.
Cómo hacer Roscos fritos. Receta explicada paso a paso.
Ingredientes
- 3 huevos
- 100 gr de leche, 9 cucharadas*
- 100 gr de aceite de oliva virgen extra, 9 cucharadas
- 2 cucharadas de anís
- 200 gr de azúcar, 9 cucharadas
- Ralladura de dos limones
- 550-600 gr de harina
- 1 sobre de levadura química
- 1 cucharadita de bicarbonato
- Aceite de oliva virgen o virgen extra, picual para freír
Baño:
- 500 ml de agua
- 180 gr de azúcar
- 2 cucharadas de anís
Para rebozar:
- Azúcar
- Canela molida
* Podéis sustituir la levadura química y el bicarbonato por dos sobres dobles de gasificante para repostería El Tigre.
Elaboración
Ponemos los huevos, la leche, el aceite, el anís, el azúcar en un recipiente.
Junto con la ralladura de los dos limones.
Añadimos la levadura y el bicarbonato o sólo dos sobres de gasificante, os doy las dos opciones.
Y mezclamos todo durante varios minutos, primero con una cuchara y después con las manos, o si tenéis una amasadora con esta, o con el gancho de la Kitchen Aid.
He puesto harina entre 550 y 600 gr porque va a depender de los huevos. Poned primero 550 gramos y si queda demasiado líquida entonces podéis añadir un poco más. Debe quedar una masa bastante pegajosa, pero tiene que ser así. A mí me gusta dejar la masa reposar una hora.
Nos untamos aceite en las manos, de esta forma podremos manipular la masa, lo mejor es poner un pequeño cuenco para poder hacerlo una y otra vez. Cogemos una pequeña porción de masa…
y hacemos dos bolas pequeñas. Yo la hago a ojo y nunca las peso, pero las pese para deciros más o menos el tamaño, cada una pesaba unos 25 gramos.
Ponemos una porción encima de otra
Metemos el dedo en el centro, siempre untado de aceite, y abrimos el círculo.
Podéis darle forma a todos o ir dándole formar y friendo a la vez. Y podéis hacerlos simples, no dobles, es decir, hacéis la bolita un poco más grande, le hacéis el agujero y ya freís directamente.
Los ponemos en una sartén con aceite de oliva virgen o virgen extra y la mejor variedad para freír es picual, ya que es el más estable. Es mucho freír con aceite de oliva, más saludable, más estable y no deja ningún sabor fuerte como leo a veces, además la masa absorbe menos aceite por lo que no son nada grasientos.
Es mejor hacerlo en una sartén pequeña y freír en tandas de 3 o 4, dependerá del tamaño. El aceite no debe estar muy fuerte, para que se hagan bien por dentro, yo los he frito con una cocina vitrocerámica en el 6, tiene de 1 a 9.
Les damos la vuelta para que se doren bien por ambos lados.
Los vamos dejando en una fuente con papel de cocina.
Una vez que están todos fritos vamos a hacer el baño, este paso me lo explicó mi panadera.
Ponemos en un cazo el agua, el anís y el azúcar, dejamos que hierva unos minutos.
Con este almíbar ligero bañamos cada rosco, es sólo meter y sacar, hay que hacerlo rápido. Los roscos ya estarán fríos.
Tendremos preparado un cuenco con azúcar y canela molida, o sólo con azúcar.
Los rebozamos bien y ya tendremos listos nuestros Roscos fritos de Semana Santa.
Si no queréis hacer este paso que os recomiendo que lo hagáis, una vez que los freís, los ponéis en el plato con papel de cocina y aún calientes los pasamos por azúcar y canela.
Tienen que estar calientes para que se les quede.
Y así nos quedan, estos son los pequeños y sin baño.
Y estos los más grandes, dobles y con baño.
Quedan espectaculares, muy ricos y esponjosos. A pesar del baño no quedan demasiado dulces ni empalagosos.
A unos les gustan unos más que otros y a otros les gustan todos….
Mirad como quedan por dentro estos Roscos fritos de Semana Santa. ¡Están riquísimos!.