Rosquillas de candil, receta tradicional de Semana Santa
Las rosquillas de candil son un dulce que se suele elaborar durante la Semana Santa al igual que los rosquillos fritos, la leche frita o las torrijas por citar sólo alguna de las delicias fritas de estos días, aunque son perfectos para merendar cualquier día del año.
Es imprescindible para hacer estos rosquillas la buñuelera o candil, lo venden en las ferreterías, es muy barato, aunque también podéis comprarlos por internet, yo los tengo desde hace muchísimos años y aún no las había hecho, pero las vi publicadas en María Lunarillos y me entraron unas ganas locas de hacerlas, la receta está publicada una y otra vez en internet y todas remiten a Cova, así que hice la misma, sale perfecta.
Estas rosquillas de candil son unas rosquillas o rosquillos fritos muy suaves y esponjosos por dentro que harán las delicias de grandes y pequeños. Os dejo con la receta de las rosquillas de candil explicada con fotografías paso a paso para que os animéis a hacerlas vosotros también.
Rosquillas de candil, receta paso a paso
Ingredientes
- 4 huevos
- 200 gr de azúcar
- 100 ml de anís seco
- 100 ml de aceite de oliva virgen extra
- 100 ml de leche entera
- Ralladura de un limón
- 375 gr de harina de repostería
- 1 sobre de levadura química (polvos de hornear), 15 gr
- 1 pizca de sal
- Aceite de oliva virgen o virgen extra para freír
- Azúcar y canela para rebozar
- Candil o Buñolera
Cómo hacer rosquillas de candil paso a paso
Batimos los huevos con el azúcar.
Incorporamos el anís, ya sabéis que utilizo normalmente el anís Castillo de Jaén.
El aceite de oliva virgen extra, en esta ocasión carrasqueño de Alcaudete.
Y la leche, leche entera y mucho mejor si es fresca, también es de Jaén.
Añadimos la harina junto con la levadura y la sal, yo he utilizado un colador para tamizarlo y quede todo muy fino.
Mezclamos bien.
La ralladura de limón, que se me olvidaba….mezclamos todo hasta que esté todo bien integrado y no haya grumos.
Dejamos que la masa repose unos 25 o 30 minutos. Os aconsejo para vuestra comodidad que la pongáis en una jarra.
Este es el imprescindible para estos rosquillos de candil, tengo uno doble y uno simple.
Ponemos en un cazo o sartén, el aceite de oliva virgen o virgen extra, debe tener bastante cantidad, así que mejor pequeño pero alto, ya que debe cubrir el candil o buñuelera. Cuando el aceite esté caliente lo metemos y dejamos que se caliente bien.
Lo volcamos para eliminar todo el aceite.
Y llenamos hasta la mitad con la mezcla.
Metemos de nuevo hasta el fondo, que pegue con el fondo.
En este punto os pido un poco de paciencia, hay que esperar…en unos segundos veréis como la rosquilla comienza a surgir, un poco…
algo más…
hasta que ella sola se desprende del candil, que sacamos y volvemos a llenar con la mezcla. Si se enfría, siempre volver a meter en el aceite, calentar….y así de nuevo hasta terminar.
Una vez que la rosquilla está dorada por un lado, le damos la vuelta para que se dore por el otro lado.
Una vez dorada, la sacamos con la espumadera. El aceite no debe estar ni demasiado frío ya que no se formarían los rosquillos ni demasiado caliente, ya que se dorarían demasiado rápido sin hacerse por dentro. Para que os hagáis una idea, yo para estos fritos suelo poner primero el aceite al máximo y cuando ya está caliente lo bajo al 7, de 1 a 9, así me da tiempo a ir friéndolos bien.
Vamos dejando sobre papel de cocina para que absorba el exceso de aceite.
En un cuenco ponemos azúcar con canela molida, mezclamos, y rebozamos las rosquillas.
Así.
Y ya tenemos listas estas riquísimas Rosquillas de candil.
Podéis guardarlas en una lata y aguantan varios días aunque como mejor están es recién hechas y además os aseguro que durarán poco.
Perfectas estas rosquillas de candil para acompañar de un café, un té, un vaso de leche o un chupito de anís dulce…o solas.