Bollitos de calabaza asada y leche condensada
Bollitos de calabaza asada y leche condensada, unos bollitos tiernos y deliciosos, que son perfectos para tomar en el desayuno con mantequilla y mermelada o para merienda rellenos de jamón de york o pechuga de pavo y queso.
Son muy fáciles de hacer, lo único que requieren algo de tiempo debido a que la masa debe levar, congelan muy bien.
A continuación os dejo con la receta de Bollitos de calabaza asada y leche condensada, explicada con fotografías paso a paso para que os resulte más fácil de seguir. Espero que os gusten y sobre todo, que os animéis a hacerlos.
Receta de Bollitos de calabaza asada y leche condensada
Ingredientes
- 60 ml de leche
- 25 gr de levadura fresca
- 200 gr de leche condensada
- 250 gr de calabaza asada y triturada
- 40 gr de mantequilla blanda
- Una pizca de sal
- 550 gr de harina de fuerza
- Huevo para pincelar
Elaboración
Templamos la leche y la ponemos en un cuenco amplio o en el de la amasadora
Incorporamos la levadura fresca
La disolvemos, añadimos la leche condensada
Y la calabaza asada
La mantequilla que debe estar blanda
Y por último la harina y una pizca de sal
Amasamos durante varios minutos, yo lo he hecho con el gancho de la Kitchen Aid, pero podéis hacerlo a mano o con la amasadora que tengáis
Una vez que tenemos la masa lista, la tapamos y dejamos en un sitio cálido y alejado de corrientes hasta que leve, aumente su volumen
Esta vez he hecho esta receta probablemente el día más frío del año y no había forma de que levara, así que la tape y la deje toda la noche en el frigorífico.
Al día siguiente.
Sacamos la masa, amasamos un poco, vamos cogiendo porciones de unos 50 gramos, boleamos bien.
Untamos una bandeja de horno rectangular con mantequilla y vamos disponiendo las bolas, separadas unas de otras.
Dejamos levar de nuevo, en esta ocasión he encendido el horno a 50º C, los he metido y rápidamente han levado.
Sacamos del horno, pincelamos la superficie con huevo batido.
Metemos en el horno, precalentado, a 180º C unos minutos 20 minutos o hasta que están dorados.
El aroma cuando se hornean hace que las papilas gustativas nos hagan salivar y además ¡Qué color!, son preciosos, muy tiernos y riquísimos. En casa a mis hijos les han gustado muchos, lo mejor es que congelan muy bien, así que los he congelado en bolsitas para luego sacar por la mañana temprano y prepararles el desayuno del Colegio.
Tenéis que animaros a hacerlos, están tan ricos….