Espinacas labradas, receta tradicional de Écija
Espinacas labradas, receta tradicional de Écija, uno de los pueblos más bonitos de Andalucía, un lugar con mucha historia. El Museo municipal es visita obligada, la Amazona herida romana lo merece, y sobre todo pasear por sus calles, fruto de su esplendor barroco, está llena de palacios y casas señoriales, de iglesias y conventos con altas torres muy bien conservados.
Écija cuenta con una gastronomía muy rica en la que destacan sus yemas, los bizcochos marroquíes, los molletes que son diferentes a los de Antequera, las tortas de manteca o estas espinacas labradas por citar sólo algunos. Las probé en el restaurante Las Ninfas, un establecimiento ubicado en el Palacio de Benamejí y me encantaron, así que busqué cómo hacerlas.
Tengo que dar las gracias a Eva, una ecijana amiga de mi prima Mercedes, quien me ha pasado su receta, y no sólo esta, ha elaborado una recopilación de recetas ecijanas con sus anotaciones increíble, menudo trabajo, prometo ir haciéndolas todas y sobre todo espero que me de el aprobado y que a todos vosotros os gusten estas espinacas labradas y que os animéis a hacerlas, la textura es muy suave y el sabor delicioso.
Espinacas labradas, receta tradicional de Écija. Receta paso a paso
Ingredientes
- 600 gr de espinacas frescas, ya limpias
- 12 dientes de ajo
- 200 gr de pan
- Sal
- 1 cucharada de pimentón dulce
- 1 cucharada de cominos molidos
- Vinagre
- 300 ml Aceite de oliva virgen extra, picual
Cómo hacer Espinacas labradas.
Ponemos un vaso de aceite de oliva virgen extra en una cazuela, en esta ocasión, he utilizado un aceite de la variedad picual de Écija, Molino del Genil.
Freímos los ajos enteros y pelados así como el pan, Pan moreno de Valdepeñas de Jaén, un pan que se sigue haciendo como siempre y que mis amigos de la Cofradía gastronómica El Dornillo de la Sierra Sur me regalaron.
Ya tenemos el pan y los ajos fritos.
Incorporamos el el vinagre y el pimentón que he puesto en un lado y he frito con el aceite.
Trituramos todo esto, podéis ponerlo en el mortero o con la batidora
Con un poco de sal y los cominos. Reservamos este majado.
Ahora se supone que hay que cocer las espinacas y enfriarlas luego con agua fría. Pero para evitar una sobrecocción de la verdura y como eran espinacas muy tiernas, directamente las salteamos. Ponemos en la cazuela un poco más de aceite.
Añadimos las espinacas, en dos veces, ya que ocupan mucho volumen.
Pero en cuanto se cocinan se quedan en nada. Salteamos las espinacas.
Y cuando estén añadimos el majado que teníamos reservado.
Cocinamos todo junto durante unos minutos.
Y pasamos por la batidora, hay quién ahora añade aún más aceite.
Podéis triturar a vuestro gusto.
Las espinacas labradas ya están listas
Para presentar las espinacas labradas las ponemos en una cazuela de barro que es dónde se cocinaban siempre.
Se suelen servir con unos ajos fritos que bien se reservan del majado o se fríen aparte y unos picatostes de pan frito.
Nosotros en vez de picatostes hemos puestos regañás, pan de olivo.
Unas espinacas labradas deliciosas, muy cremosas y con un sabor espectacular.