Atún con cerezas o El Plato del hombre de la vida inexplicable. Receta paso a paso
Había una vez un hombre llamado Moyut. Vivía en la antigua Cádiz, donde había obtenido un puesto como funcionario (en aquella época uno de los mejores puestos que se podían obtener).
Nuestro amigo, satisfecho con su situación económica, pero desencantado con su vida en general. Iba paseando una tarde de Verano, cuando se encontró con Jadir (Jadir era el líder espiritual de los Sufíes en la época) y le dijo a Moyut.
-Hombre de brillantes perspectivas, deja tu trabajo y encuéntrame junto al mar dentro de tres días, y desapareció.
Moyut fue a ver a su superior, y le dijo que tenía que partir. Todo el mundo en la ciudad se enteró pronto de esta decisión, y dijeron: “Pobre Moyut, se ha vuelto loco”.
En el día señalado Moyut se encontró con Jadir, el cual le dijo:
-Quítate las ropas y arrójate al mar. Quizás alguien te salvará.
Moyut lo hizo sin dudar. Puesto que sabía nadar no se ahogó, pero fue arrastrado por las aguas hasta que un pescador lo subiera a su bote y le dijera:
-Estás loco pero te llevaré a mi cabaña junto al mar, y veremos qué puedo hacer por ti.
Moyut en deuda con el pescador le enseñó a leer y a escribir, y el pescador por el contrario le enseñó a cocinar el atún.
Después de 6 meses, Jadir volvió a aparecer, esta vez al pie de la cama de Moyut, y le dijo:
-Levántate y deja a este pescador, y busca algún agricultor que te quiera dar trabajo.
Moyut así lo hizo, encontró un agricultor que le ofreció trabajo, y estuvo durante dos años viviendo con el agricultor, Moyut cocinaba atún para él y mientras aprendía de agricultura y de los frutos que cultivaba. Un día decidió añadir a su plato de atún, cerezas y el resultado fue enriquecedor. Un atardecer, mientras estaba recogiendo cerezas, se le apareció Jadir y le dijo:
-Deja este trabajo, ve a la ciudad de Córdoba y usa los ahorros para convertirte en un mercader de especias.
Moyut obedeció. En Córdoba se hizo conocido como mercader de especias y no volvió a ver a Jadir durante tres años. Había ahorrado una suma considerable de dinero y estaba pensando en comprar una casa, cuando Jadir volvió a aparecérsele y le dijo:
-Dame tu dinero. Vete de esta ciudad. Ve tan lejos como Granada, y trabaja allí como almacenero.
Moyut lo hizo. En realidad empezó a mostrar signos bastante ciertos de iluminación en Granada, a los pies de La Alhambra. Curaba a los enfermos, servía a sus conciudadanos y durante su tiempo libre atendía a filósofos, hombres de negocios, que le preguntaban:
-¿Con quién estudiaste? Es difícil decirlo -contestaba Moyut.
Sus discípulos le preguntaban, ¿Cómo empezaste tu carrera?, él replicaba, como un pequeño funcionario.
La gente se le acercaba para escribir la historia de su vida, y le preguntaban ¿Qué has hecho en tu vida para alcanzar tal sabiduría?
Moyut contestaba, diciéndoles sentaros a la mesa, él se metía en la cocina y preparaba “El Plato Del Hombre De La Vida Inexplicable o Atún Fresco Con Cerezas” que consistía en:
INGREDIENTES:
1kg De Atún,Zumo de un limón,3 dientes de ajo, Comino, Perejil, Clavo, Laurel, 1 Cebolla picada para el adobo, ½ cebolla para freir, Aceite de Oliva Virgen Extra, Pimienta, Sal, 1 vaso de agua de rosa o vino blanco seco, 300 grs. De Cerezas.
ELABORACIÓN:
Adobamos el Atún, en una mezcla de zumo de limón, comino, un poco de ajo machacado, perejil fresco, clavo y laurel, junto a un poco de cebolla. Dejamos toda una noche en el adobo. Al día siguiente lo retiramos del adobo y lo cortamos en daditos. En una sartén con aceite, y un poco de cebolla, sofreímos el pescado. Preparamos una cazuela con el agua de rosa (o vino blanco), sal, pimienta, laurel, clavo y cuando haya comenzado a hervir añadir las cerezas. Cuando la fruta esté cocinada, introducimos el pescado y hervimos lentamente durante unos minutos. Servir con su salsa.
Les servía este plato y les decía que en ese plato estaba el resumen de su vida y su sabiduría.
-Pero este plato tan delicioso no ilumina para nada tus dones tan extraños y tus ejemplos maravillosos, decían los biógrafos.
Y Moyut solo concluía “Quien camina siempre en línea recta, no puede llegar muy lejos” y con esa frase se despedía de ellos, solo los más lúcidos, comprendían que para alcanzar la sabiduría hay que experimentar y contraponer experiencias, tal como era aquél plato, una mezcla de experiencias y sabiduría.
Por cierto, que estoy deseando ver el resto de recetas propuestas, y me da la sensación por la descripción que me dieron, que el muchacho tenía unos años más y que era el bloguero consorte de Cocidito de mi vida….pero es que se conserva muy bien, deben ser las alegrías que le está dando el Atleti.
- 1 trozo grueso de atún (600 gr)
- 2 dientes de ajo
- 1 cucharadita de cominos molidos
- Perejil
- 3 clavos
- 1 cebolla
- Sal
- El zumo de un limón
- 150 gr de cerezas
- 1 copa de vino blanco
- Aceite de oliva virgen extra
El maravilloso atún.
En el mortero ponemos los dientes de ajo, la sal, los clavos, los cominos y el perejil.
Machacamos bien.
Añadimos el zumo de un limón
Y el aceite de oliva virgen extra.
Mezclamos todo bien
Y vertemos sobre el atún, junto con la cebolla picada y guardamos unas horas en el frigorífico. Yo sólo lo tuve un par de horas.
Pasado el tiempo, continuamos con la receta.
Cortamos el atún en trozos.
Os presento a las cerezas.
Que partimos por la mitad y deshuesamos
Ponemos en la sartén la cebolla y todo el jugo de la marinada. Añadí un poco más de aceite de oliva virgen extra.
Hasta que esté pochada y comience a dorarse.
Incorporamos el atún
Y las cerezas.
Mezclamos y cocinamos. Yo lo cociné un par de minutos, no quería que el atún tan estupendo se me quedará seco.
Añadimos el vino blanco, debido a la calidad y coste de los ingredientes, me parecía una crueldad echar cualquier vino, así que ya que estábamos, añadí una copa de Mencal, el resto fue para beberlo bien frío acompañando este atún con cerezas ;).
Y dejamos cocinar, hasta que se evapore el líquido y quede una salsita. Unos diez minutos.
Ya sólo nos queda servir
Una combinación maravillosa…un plato de lujo. El atún quedó muy jugoso y sabroso, la combinación con las cerezas deliciosa.