El queso no es que me guste, es que me pierde y aunque me gustan todos los quesos, el que más me gusta es el
queso de cabrales, y que disfruto muchísimo de una buena
croqueta, así que os podéis imaginar que mis croquetas favoritas, son las
croquetas de queso cabrales.
Y mi hermano que me conoce muy bien, me ha traído un queso de Cabrales, de Asturias, envasado al vacío que el pobre ha viajado de Asturias a Pontevedra, luego a Málaga y por fin a Granada. Bueno, gracias a mi hermano y a su amigo Nacho, gran seguidor de este blog y que ahora vive en Oviedo (Nacho, que la etiqueta sin gluten va por vosotros ;)), ya que los dos lo compraron en
Colunga, dónde sus suegros tienen una casa preciosa.
El queso Cabrales es un queso azul que se elabora con leche de vaca, oveja y cabra, animales que se alimentan de los pastos de montaña. Una vez que el queso se elabora, lo dejan en cuevas naturales para que madure, entre dos y cuatro meses, con una humedad de 90% y entre 8 y 12º C. Estas condiciones son las que obran el milagro, ya que favorecen el desarrollo de los mohos del tipo penicillium en el queso durante el proceso de maduración, lo que le aporta las zonas y vetas de color azul verdoso. Estas cuevas naturales, son de uso individual o colectivo, y muchas veces el derecho de uso e incluso la colocación en la cueva, pasa de una generación a otra.
Las características del queso Cabrales son:
– Forma cilíndrica, de 7 a 15 cm de altura, diámetro y peso variable.
– Corteza blanda, delgada, de color gris, con zonas amarillo-rojizas.
– Pasta de consistencia untuosa, con diferente grado de cohesión, compacta y sin ojos.
– Materia grasa no inferior al 45% sobre el extracto seco.
– Humedad mínima del 30%
Otra de sus características, además del sabor, un poco picante, más acusado cuando está elaborado con leche de cabra y oveja pura, es el fuerte olor que desprende este queso, si se lo pongo a mis cuñadas les da algo, porque no soportan ningún tipo de queso, así que imaginaros si les doy Cabrales, supongo que hoy no serán capaces de terminar de leer esta entrada.
Cuando el queso está listo para su consumo, se envuelve en papel aluminio verde, antiguamente se envolvía con hojas de plátano, más económico, pero no reunía unas condiciones aceptables sanitarias, además que era más fácil cometer fraude envolviendo en estas hojas cualquier queso azul y venderlo como Cabrales.
El
queso de Cabrales desde 1981 se encuentra regulado mediante un Consejo Regulador, un órgano que garantiza la autenticidad, calidad y el cumplimiento de las normas de la
Denominación de Origen Protegida Cabrales, entre otras cosas, ellos inspeccionan los rebaños ubicados en la zona, las queserías y las cuevas de maduración, controlan la leche y los quesos producidos, asesoran y colaboran con los productores y por supuesto, difunden y promocionan el queso de Cabrales. Toda la información que os he contado la he copiado de su
web.
Croquetas de queso Cabrales. Receta paso a paso.
Ingredientes
- 4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- 4 cucharadas de harina
- 500-600 ml de leche
- Una pizca de sal
- 200 gr de queso cabrales
- 2 huevos
- Pan rallado
- Aceite de oliva virgen extra
Elaboración
Ponemos el aceite de oliva virgen extra en la sartén y añadimos la harina.
Cocinamos unos minutos la harina.
Incorporamos la leche, poco a poco, y sin dejar de remover.
Y la sal
Hasta obtener una crema
Añadimos el queso, mezclamos hasta que el queso se funda e integre en la masa.
Dejamos que se enfríe.
Preparamos un cuenco con pan rallado y otro con huevo batido.
Primero pasamos por pan rallado.
Luego por huevo batido.
Y de nuevo por pan rallado.
Freímos en aceite de oliva virgen extra.
Cuando estén doradas, sacamos y dejamos sobre papel de cocina.
Listas para tomar, como al cabrales le va fenomenal el dulce de membrillo, me acordé de que Helena las había hecho con una salsa de membrillo, y las serví con un trocito encima, qué delicia de sabores.
Y por dentro…muy cremosas y suaves, pero de un sabor muy intenso a queso de Cabrales.