Potaje de vigilia o de cuaresma. Paso a paso.
1 tarro de garbanzos cocidos
280 gr de espinacas lavadas y preparadas
Un paquete de migas de bacalao desaladas (el mío pesaba 289 gr)
1 cebolla
2 dientes de ajo
2 huevos
1 cucharadita de cominos molidos
1 cucharada de pimentón dulce
1 hoja de laurel
2 rebanadas de pan
Aceite de oliva virgen extra
Elaboración
Quitamos el caldo del bote de los garbanzos
Ponemos en una perola el aceite de oliva y pochamos la cebolla y los ajos picados.
Cuando comiencen a dorarse añadimos las espinacas y salteamos.
Hacemos lo mismo con los garbanzos.
Cuando ya está todo mareado añadimos el comino…
y el pimentón (o dos cucharaditas así o una cucharada grande).
Cubrimos de agua y ponemos la hoja de laurel.
Dejamos cocinar a fuego medio unos 12 minutos.
En este tiempo ponemos a cocer dos huevos.
Y freímos el pan en una sartén con aceite de oliva virgen o virgen extra.
Cuando los huevos estén cocidos, enfriamos debajo del grifo de agua y sacamos las yemas.
Ponemos estas yemas junto con el pan frito y un poco del caldo de los garbanzos en el vaso de la batidora.
Trituramos.
Añadimos lo triturado a los garbanzos,
y dejamos unos 3 o 5 minutos más a fuego suave.
Listo! No me digáis que es complicado prepararlo y que se necesita mucho tiempo…